LA FRASE ...

“¿Se considera usted ante todo escritora o ante todo mujer? Cualquiera que haga esta pregunta odia y teme tanto a la literatura como a las mujeres." MARGARET ATWOOD. Escritora estadounidense. Feminista. Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008.

MUJERES LEYENDO....

MUJERES LEYENDO....

sábado, enero 24, 2009

LAS MUSAS DE POE

Se acaba de celebrar el bicentenario del nacimiento del escritor americano Edgar Allan Poe, quien trató en su obra con una especial sensibilidad, un tanto macabra, a las mujeres. Sus musas han sido reunidas bajo el título de Siniestras Amadas, un libro ilustrado por Jack Mircala que reúne poemas y textos de Edgar Allan Poe enlazados y contextualizados con textos de Chema Muñoz. Las ilustraciones y las maquetas que las precedieron pueden verse en una exposición en el Espacio Sins Entido Poe retrata en su obra a muchas y muy distintas mujeres. “Cuánto más te metes en ello, menos las descubres. Es algo tan enigmático como las cajas chinas. Vas abriendo una caja pensando que vas a encontrar la respuesta y descubres que lo que hay es otra caja”, dijo Jack Mircala en declaraciones a AmecoPress. “Yo creo que Poe se refleja a si mismo en los poemas. Muchas veces se ve más su personalidad, él mismo, cual es la visión que tiene, que realmente su mirada hacia las mujeres. Era un tipo que tenía unas ganas enormes de estar siempre enamorado, de idolatrar, y de reflejar ese sentimiento. Era una especie de proyección que no sé si realmente llegaba a trascender, si en el caso de las mujeres reales llegaron a ver cuales eran sus sentimientos, o si simplemente quedaba en esa cuestión platónica que reflejaba de una manera tan increíble”. De su investigación, Mircala saca la conclusión de que “Poe no debía tener mucha facilidad para tratar con las mujeres. Con frecuencia era algo que quedaba en lo platónico, en el plano intelectual. Él estaba en un plano totalmente fuera del mundo y organizaba sus esquemas como algo muy particular”. Mujeres que, en su obra, muchas veces tienen un final desgraciado, en general con destinos unidos a la muerte. “Poe es un necrófilo con las mujeres”, explicó Luis Alberto de Cuenca, que acompañó al autor en la presentación, “pero para él no hay nada más bello que la muerte. De ahí su veneración a las mujeres. Para él, no hay nada más hermoso que una mujer”. Los textos de Poe han sido traducidos por el propio autor, pero el trabajo partió en realidad de las imágenes inspiradas en su lectura que Mircala lleva 6 años preparando. “Puede que haya quedado alguna de sus musas fuera, pero quizá eran unos relatos que se salían del estilo y de los parámetros que se reunían aquí. Todas las que tenía coherencia que estuvieran, están. Pido disculpas si alguna se me ha escapado. La cuestión es que los poemas estuvieran muy dedicados y muy dirigidos a ellas, no de una forma lateral como pueden ser tratadas en otros poemas y cuentos en los que aparecen mujeres” señaló Jack Mircala. Sus maquetas y sus dibujos retratan la sordidez del mundo de Poe desde una perspectiva algo burtoniana pero, cusiosamente, muy colorida, lo que las separa del texto situándolas como obras independientes. “Elaboro las maquetas en cartulina. Suelo hacerlo sin un boceto muy acabado, trabajando y modelando sobre el material para que cobre vida, para que cada uno de los personajes y de los escenarios tuviera un sentido particular. Intentar que cada ilustración y cada maqueta fuera en si misma un poema”. Las ilustraciones y las maquetas pueden verse expuestas en el Espacio Sins Entido de Madrid hasta el próximo 22 de marzo. A Elena. Edgar Allan Poe. Te ví una vez, sólo una vez, hace años: no debo decir cuantos, pero no muchos. Era una medianoche de julio, y de luna llena que, como tu alma, cerníase también en el firmamento, y buscaba con afán un sendero a través de él. Caía un plateado velo de luz, con la quietud, la pena y el sopor sobre los rostros vueltos a la bóveda de mil rosas que crecen en aquel jardín encantado, donde el viento sólo deambula sigiloso, en puntas de pie. Caía sobre los rostros vueltos hacia el cielo de estas rosas que exhalaban, a cambio de la tierna luz recibida, sus ardorosas almas en el morir extático. Caía sobre los rostros vueltos hacia la noche de estas rosas que sonreían y morían, hechizadas por tí, y por la poesía de tu presencia. Vestida de blanco, sobre un campo de violetas, te vi medio reclinada, mientras la luna se derramaba sobre los rostros vueltos hacia el firmamento de las rosas, y sobre tu rostro, también vuelto hacia el vacío, ¡Ah! por la Tristeza. ¿No fue el Destino el que esta noche de julio, no fue el Destino, cuyo nombre es también Dolor, el que me detuvo ante la puerta de aquel jardín a respirar el aroma de aquellas rosas dormidas? No se oía pisada alguna; el odiado mundo entero dormía, salvo tú y yo (¡Oh, Cielos, cómo arde mi corazón al reunir estas dos palabras!). Salvo tú y yo únicamente. Yo me detuve, miré... y en un instante todo desapareció de mi vista (Era de hecho, un Jardín encantado). El resplandor de la luna desapareció, también las blandas hierbas y las veredas sinuosas, desaparecieron los árboles lozanos y las flores venturosas; el mismo perfume de las rosas en el aire expiró. Todo, todo murió, salvo tú; salvo la divina luz en tus ojos, el alma de tus ojos alzados hacia el cielo. Ellos fueron lo único que vi; ellos fueron el mundo entero para mí: ellos fueron lo único que vi durante horas, lo único que vi hasta que la luna se puso. ¡Qué extrañas historias parecen yacer escritas en esas cristalinas, celestiales esferas! ¡Qué sereno mar vacío de orgullo! ¡Qué osadía de ambición! Más ¡qué profunda, qué insondable capacidad de amor! Pero al fin, Diana descendió hacia occidente envuelta en nubes tempestuosas; y tú, espectro entre los árboles sepulcrales, te desvaneciste. Sólo tus ojos quedaron. Ellos no quisieron irse (todavía no se han ido). Alumbraron mi senda solitaria de regreso al hogar. Ellos no me han abandonado un instante (como hicieron mis esperanzas) desde entonces. Me siguen, me conducen a través de los años; son mis Amos, y yo su esclavo. Su oficio es iluminar y enardecer; mi deber, ser salvado por su luz resplandeciente, y ser purificado en su eléctrico fuego, santificado en su elisíaco fuego. Ellos colman mi alma de Belleza (que es esperanza), y resplandecen en lo alto, estrellas ante las cuales me arrodillo en las tristes y silenciosas vigilias de la noche. Aun en medio de fulgor meridiano del día los veo: dos planetas claros, centelleantes como Venus, cuyo dulce brillo no extingue el sol.

jueves, enero 15, 2009

ACERCÁNDOME A LOS 40.

Pues mañana, 16 de Enero cumplo.... acercándome peligrosamente a los 40. Ainssssss que dicen que los 40 es la mejor edad para las féminas, pero a mi me da no se qué. En finsss, que mañana echaremos el día de risas entre las amigas, y luego de rollo romántico por la noche. Y digo yo, que cumplamos todos muchos más, joer, que estamos vivos y con muchas cosas por hacer.

martes, enero 13, 2009

PRIMERA MUJER EN GANAR EL PREMIO "LOEWE DE POESÍA".

La poeta española de origen uruguayo Cristina Peri Rossi es la ganadora del prestigioso Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe, que celebra este año su vigésimo primera edición. El galardón, fallado en Madrid, ha reconocido a esta narradora y ensayista, que colabora en EL MUNDO de Cataluña desde su tribuna 'Bulevar' y nació el 12 de noviembre de 1941 en Montevideo, donde ejerció como profesora de Literatura. El jurado ha celebrado 'Play Station', "un libro muy urbano y creo que audaz, por eso agradezco tanto al jurado que lo haya distinguido, porque no es un libro fácil", ha declarado Peri Rossi, nada más conocerse el premio, a Antonio Lucas. La autora, que quiere ser "una escritora de calidad que gana premios", escribió 'Play Station' durante la convalecencia de un grave accidente de tráfico que la mantuvo en cama durante un largo período. "Hay una apuesta por hablar de la soledad como una forma de rechazo y desmitificación también de la vida literaria", comentó Peri Rossi, "me honra ser la primera mujer que gana el premio en 21 años". "El tono del libro está presidido por la sensación de soledad, la desilusión frente a las relaciones humanas y ante la evolución del mundo contemporáneo. Así que la única salida que nos queda son los juegos mecánicos", ha dicho. En 1972, en las postrimerías del golpe de estado que instauró el régimen militar en Uruguay, Cristina Peri Rossi abandona su país y se exilia en España. Feminista convencida, ha practicado todos los géneros literarios a excepción del teatro, pero se considera fundamentalmente poeta. Traductora y crítica de libros, está convencida de que los escritores del exilio han modificado el escenario de la narrativa contemporánea. Su carácter reivindicativo le ha granjeado algunas polémicas, como cuando en septiembre de 2007, sin previo aviso, el director del programa de Catalunya Ràdio en el que trabajaba le comunicó que le habían requerido que todos los tertulianos de su espacio tenían que "hablar catalán" y fue despedida de la emisora. "Los fascismos tienen algo en común: siempre son excluyentes. Excluyen por motivos ideológicos, de raza, de sexo... o de lengua. Y es paradójico que me ocurra a mí, Premio Ciutat de Barcelona de Poesía en 1992 por el libro que se titula precisamente 'Babel bárbara' y donde se exalta la diversidad de lenguas, la Babel mítica. ¿Paradójico o síntoma de los tiempos que corren? Quizás no sea casual. Quien defiende Babel es discriminada", escribió la autora en EL MUNDO días después de su destitución y promocionó un 'Manifiesto contra la persecución lingüística'. Su quehacer literario se ha visto recompensado en numerosas ocasiones. Está en posesión del Premio extraordinario de poesía Iberoamericano de la Fundación Banco Exterior concedido por 'Europa después de la lluvia'. También es Medalla al Mérito en el Trabajo de primera clase con distintivo rojo y autora de diversos artículos publicados en periódicos, entre ellos, EL MUNDO de Cataluña. Entre sus premios, destacan el de Poesía Internacional Rafael Alberti (2002) y el del certamen de poesía Ciudad de Torrevieja (2006), que ganó con 'Habitación de Hotel'.

jueves, enero 08, 2009

MARUJA TORRES GANA EL PREMIO NADAL

La autora Maruja Torres (Barcelona, 1943) es la ganadora de la edición de este año del Premio Nadal de novela con Esperadme en el cielo, una novela según sus palabras de “fantasmas”. En ella narra la propia experiencia de su muerte y su reencuentro en la otra vida con sus amigos Terenci y Manolo, alter-egos de los fallecidos Terenci Moix y Manuel Vázquez Montalbán. Reunidos los tres recuerdan sus años de juventud y sus correrías por la Barcelona y el Madrid de los sesenta. Maruja Torres lleva trabajando en el periodismo desde muy joven y ha sido corresponsal en países como Panamá y Líbano, en cuya capital reside actualmente. Colabora como histórica articulista en El País y su suplemento y se caracteriza por un estilo mordaz y caústico, muy beligerante. En el año 2000 ganó el premio Planeta con Mientras vivimos. Así explica ella la obra: Es un enredo, escrito con mucha ironía, mucha ternura, mucha sensibilidad. Hay cinefilia, gayfilia, chismofilia. Creo que la magia que tiene la novela es que es un tebeo inteligente.

lunes, enero 05, 2009

CARTA A LAS REINAS MAGAS

Queridas reinas magas: este año las malas hemos sido un poco más buenas. Hemos acabado el 2008 con menos maldades realizadas, y prometemos, palabrita palabrita, que si nos concedéis el deseo que pedimos, nos iremos volviendo bondadosas como Heidi, pero si no es así, el 2009 será un año donde sacaremos lo malo de verdad que llevamos dentro. Además, queridas nuestras, es que pedimos tan poca cosa… Queremos un amigo, o dos… con derecho a roce, que sea guapo, a ser posible heterosexual. ¡Si! Ya sé que es difícil, pero para eso sois magas. Que sea cariñoso y educado. Sano, ordenado y limpio. Con sentido del humor Con trabajo fijo y bien remunerado. Estaría bien que tuviese casa propia, y sin amistades raras ni costumbres extrañas. Si lo encontráis, nos interesaría también saber si hay algún servicio de recogida del viejo, y cómo funciona este servicio Vuestras malas que os quieren.

domingo, enero 04, 2009

CUENTO PARA MALOS

DEDICADO A LOS CHICOS MALOS QUE VISITAN ESTA PÁGINA, EN ESPECIAL A REVETIANO, PICALCAN Y BERMAUNTIER. UN HOMBRE ASÍ. Lía Schenck. (Lluvia para un florero). Había una vez un hombre como todos los hombres. A él también le habían enseñado a no llorar, a no resbalar, a no caer. Le habían enseñado a ser Napoleón en las guerras y Alejandro Magno en los imperios. Antes de todo eso le habían enseñado a ser Adán en el paraíso, Moisés en el Mar Rojo, Salomón en los palacios y Julio César en Cleopatra. Antes o después de todo eso, le habían enseñado a ser el rey en Blanca Nieves, el Príncipe en la Cenicienta y el leñador en Caperucita. Más o menos antes o más o menos después le habían enseñado a ser Práctico en los Tres Cerditos, Sandokan en la Malasia, Tarzán en la selva y el Llanero Solitario en el Lejano Oeste. Todo eso lo había aprendido con sobresalientes en los cuadernos, en la calle y en las sábanas. Lo había aprendido sin nunca llorar ni volver atrás ni perder los pantalones. Un día se cansó de tantos rugidos y de tantas estrategias y pensó que cambiaría un triunfo en Waterloo por la conquista diaria de un mismo abrazo. Al fin de cuentas cualquiera sabe que los hombres vuelven siempre de las grandes batallas o de batallas menores, sin botones en ninguna parte y con dobladillos descosidos que después tienen que mandar a coser. Cualquiera sabe que además de no llorar, los hombres no cosen botones ni dobladillos. Ese día pensó que pasaría si cambiara el mandar por el hacer, lo aprendido por el descubrir, los siempre por los tal vez. Qué pasaría si cambiase el no llorar por el llorar aunque eligiera no llorar por cualquier cosa. En tren de cambiar, pensó que cambiaría el caminar por el Mar Rojo con las aguas abriéndose a su paso, por cruzar a nado a la otra orilla del amor aunque llegara con el corazón en la boca. A la Reina de Saba la cambiaría por una mujer sin tantos velos y a Cleopatra por una mujer que mirara de frente aunque de vez en cuando bajara los ojos. La casa del cerdito Práctico la cambiaría por una casa hecha ladrillo a ladrillo con una mujer absolutamente imperfecta pero que supiera soñar y comprendiera las diferencias entre la cal y la arena. Entre la plomada y el nivel. Todas sus conquistas en el Lejano Oeste las cambiaría por una mujer del Cercano Sur que aprendiera con él las cosas que él tampoco sabe. Ese día pensó que sería fantástico encontrar una mujer que fuera todas esas mujeres. Que no anduviera siempre queriendo ser paño de lágrimas ni tuviera siempre una aguja enhebrada con hilo blanco para zurcir heridas. Un hombre así no necesita una señorita de San Nicolás que sepa casarse, coser y bordar. Un hombre así necesita una mujer que sepa abrir las puertas y las ventanas para jugar a todos los juegos de la vida. Él daría todo su reino por una mujer así. Al fin de cuentas, un hombre así y una mujer así, no necesitan reinos.

jueves, enero 01, 2009

FELIZ 2009

Desde este blog de malas y algún malo,FELIZ AÑO 2009 a todos/as, que venga con más solidaridad, igualdad y buenas intenciones.