LA FRASE ...

“¿Se considera usted ante todo escritora o ante todo mujer? Cualquiera que haga esta pregunta odia y teme tanto a la literatura como a las mujeres." MARGARET ATWOOD. Escritora estadounidense. Feminista. Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008.

MUJERES LEYENDO....

MUJERES LEYENDO....

miércoles, agosto 30, 2006

APOYO DESDE SEVILLA

ESTE ES EL MENSAJE QUE HEMOS RECIBIDO DE EDUARDO GARCÍA, PRESIDENTE DE CONFEMAC (CONFEDERACIÓN ESTATAL DE MAYORES ACTIVOS). Me identifico totalmente con vuestras reivindicaciones, las comparto y me uno a vosotras, queriendo transmitiros ánimos para que sigais con ese valor en lo que ya es una guerras declarada contra los valores y la dignidad de las personas. Son campañas, creo que orquestadas, que están llevando a la sociedad al borde de un precipicio, del que no sé si seremos capaces de resistir para no caer en él. Es curioso que en el año 2006 tengamos que emular el valor y las virtudes de Agustina de Aragón, que se llamaba Saragosa de apellido y no era de Aragón, sino catalana, pero ESPAÑOLA. Pues a esta legendaria mujer me habeis recordado las abnegadas mujeres del blogs. ÁNIMO, ADELANTE, NO DECAER, MERECE LA PENA, ÉXITO EN VUESTRA LUCHA. EDUARDO GARCÍA (CONFEMAC)

martes, agosto 29, 2006

TODAS LAS MUÑECAS SON CARNÍVORAS

Este es el título del último libro de Ángela Vallvey. Para pasar un buen rato de humor entre treinteañeras. Un libro inteligente lleno de ironía.

lunes, agosto 28, 2006

RESPUESTA DE CHICAS MALAS

Compañeras/os, os pongo a continuación la respuesta de dos chicas malas MARÍA ROSA FERNÁNDEZ Y PILAR SANABRIA, al escrito de Peñarroya. ARTÍCULO OFENSIVO EN PEÑARROYA. Ante el asombro e indignación que ha suscitado en muchas personas el artículo que Daniel Calero ha publicado en la revista de Feria de Peñarroya, deseamos hacer diversas observaciones. Estimamos que el tema de las reivindicaciones feministas está tratado de forma superficial e injusta. Es verdad que ha habido excesos, identificando, por ejemplo, la liberación de la mujer con la imitación de las actitudes masculinas o con la renuncia a la maternidad, pero de ahí a lo dicho por este señor hay un abismo. En primer lugar creemos que sería deseable que el señor Calero acudiera más al Diccionario de la Real Academia, o a cualquier otro, para que usara con rigor los términos que baraja en su escrito. ¿Podría por favor mirar en el diccionario el significado de género, híbrido, feminismo, machismo...?, aunque ya se sabe que la ignorancia es atrevida. En segundo lugar, nos permitimos aconsejarle que, antes de volver a escribir sobre el tema, profundice sobre los valores de la feminidad, porque algunos de los que él propone en su artículo como ideales femeninos resultan hasta ofensivos (candorosa, sumisa…); y porque duele que omita tantas otras aptitudes que reconocen los estudios más reconocidos sobre esta materia. Cada quien habrá tenido sus experiencias al respecto. Pero para que esas vivencias no ofusquen la objetividad, generalizando un caso concreto, es necesario escuchar a los que han reflexionado con acierto. Por otra parte, nos parece llamativo que el susodicho venga a decir que no hay en el acerbo popular frase alguna que hable de la dominación del hombre. Solamente en una página de Internet que hemos consultado, aparecían 268. Pero, vamos, a lo mejor le suena eso de “la mujer, con la pata quebrá y en casa”, o “darle libertad a una mujer es ampliarle la cocina”, “si un hombre pega a una mujer ella sabrá porque lo hace”, etc, etc, etc.... Nos parece sorprendente que el autor sostenga que el modo de plantear la relación sexual en una pareja de antes fuera de igualdad. Podía suceder que se diera, pero lo más frecuente, según se quejaban tantas mujeres, era que el varón impusiera la relación sexual y hasta la consumara sin preocuparse de que la mujer participara en el acto. La reivindicación feminista de que el varón –hasta por su propio beneficio- debe tener en cuenta la idiosincrasia de la fisio-psicología femenina no es una artimaña manipuladora, sino una necesidad para la buena marcha de la pareja como comunión interpersonal recíprocamente enriquecedora. El artículo prosigue con otras “perlas” que omitiremos para no alargarnos. Pero no nos resistimos a detenernos en una de ellas, que nos parece especialmente grave: el hecho de que acuse directamente a las feministas de la violencia de género. O sea, que antiguamente, cuando lo socialmente correcto era que la mujer se aguantara con los malos tratos, no existía violencia de género. Y ahora, el hecho de sacarla a la luz y denunciarla es lo que la ha provocado. Por el bien del Sr. Calero, confío en que no lea esa afirmación la familia de la chica asesinada en su pueblo no hace ni dos meses. Porque le pueden decir de todo menos bonito. En un punto sí estamos de acuerdo con el Sr. Calero: cuando al final de su artículo señala que “es el camino de la educación, que conlleva el respeto y la tolerancia, la única vía que nos traerá el amor....”. Lo que lamentamos es que él no haya demostrado ni educación, ni respeto, ni mucho menos tolerancia. ¿Acaso le molesta que las mujeres vayamos subiendo escalones y logremos caminar juntas al lado del hombre? De todos modos, lo verdaderamente grave no son las ideas que este señor ha publicado en su escrito. Lo que no nos cabe en la cabeza es que con fondos públicos se ponga este artículo en un libro de feria. Y, mucho menos aún, que esto haya sucedido en un Ayuntamiento con una alcaldesa socialista al frente. Sra. Alcaldesa, ¿conoce Vd. a Clara Campoamor? Esa mujer socialista consiguió, con su lucha, que hoy todas nosotras votemos y que Vd. ocupe ese sillón en el Ayuntamiento; igual que feministas de otras ideas políticas consiguieron el acceso de mujeres a la universidad y a puestos de relevancia. Desde luego, si Campoamor volviera, seguramente no querría ver a una mujer como Vd., que consiente un escrito de este jaez, ocupando un sillón político. Y, lógicamente, tampoco a un hombre. Esperamos que la Sra. Alcaldesa se disculpe públicamente por este hecho, tan bochornoso para la corporación municipal y tan ofensivo y perjudicial para la mujer. Y rogamos al Sr. Calero que se informe más detalladamente del tema: libros hay los que quiera; por cierto, que muchos de ellos fueron escritos por hombres. MARÍA ROSA FERNÁNDEZ Y PILAR SANABRIA. ESCRITORAS.

ARTÍCULO OFENSIVO EN PEÑARROYA

Compañeras y compañeros, publicamos aquí el artículo del individuo de Peñarroya que has suscitado la polémica (no apto para personas con facilidad para el vómito). FEMINISTAS par AMACHISTAS. Hace unos años empezó a tomar cuerpo una especie de doctrina, liderada por quienes dicen llamarse “Feministas”, enarbolando como bandera exigir para la mujer igualdad en los derechos que tiene el hombre. Bajo esta premisa de silogismo han dirigido sus fuerzas contra un enemigo común, “El Machismo”, dando forma a una denominación que no guarda ninguna relación con sus exigencias, dado que existe una incongruencia total entre ambos conceptos. Ser Feminista es solo un compendio de ideas que tratan de cambiar el dominio relativo existente de Hombre-Mujer, por el de Mujer-Hombre. Ser Machista y por deducción Macho, no es ni más ni menos que fecundar la hembra (entiéndase el hecho) según regla de la naturaleza. Nuestro conocimiento está formado por la materia básica que nos donan nuestros progenitores y su posterior desarrollo a través de las diferentes etapas de la vida, siendo una de las más significativas, La Pubertad; durante ella se define el “género” en la persona (con la salvedad de desviaciones morfológicas que no son al caso), formando parejas que se complementan, y siendo a la misma vez contrapuestas dentro de un indeterminado orden: Hembra-Macho, Mujer-Hombre y sus derivados en Feminidad-Masculinidad. Encarar dos términos como Machismo-Feminismo, es por si solo una maldad, un binomio incoherente y diferente de lo natural, apoyado en dos bases opuestas sin que tengan relación alguna ambas, creado por quienes viven de las diferencias y divergencias de los seres humanos. El movimiento Feminista emplea falsos testimonios, grandes mentiras y ampulosas frase vacías de contenido para conseguir sus fines: “violencia machista”, “violencia doméstica”, “violencia de género”, etc; no existen tales violencias, lo que existe es una “violencia por el dominio”, un reto entre dos corrientes, que ejercen de una parte una exigua y deleznable minoría de hombres, y otra no menos aborrecible de mujeres. Las Feministas son seres híbridos carentes de Feminidad; se manifiesta ello de manera clara en el desafío brusco de sus planteamientos; sus valores nada tienen que ver con los femeninos, si entendemos en la mujer femenina ser: Llana, dúctil, sencilla, dulce, candorosa, gentil, ejercer mando sin mandar, ser sumisa para someter, etc. La Feminista se manifiesta: Agria, áspera, rígida, altiva, inflexible, déspota, ordeno y mando, someter por imposición, etc.; Fijadas estas diferencias, es innato que exista un repudio general de la mujer Femenina hacia la Feminista. Define la sapiencia del Pueblo, con palabras que no dejan resquicio alguno a situaciones y hechos, dentro del proceso natural de los seres humanos, indicando de manera fehaciente, que ciertas hembras vienen a derivar en “Amacharse”; basándonos en ello, resulta de fácil comprensión que todos los hechos contractuales no dejan de ser sino una consecuencia lógica de este proceso. De este modo, no encaja para ellas el término Feministas y sería más correcto que emplearan el de “Amachistas”. Analizando el tema desde un enfoque racionalizado, empecemos por preguntarnos. ¿Cuál es la causa que produce tales efectos?. Y no juzgar y condenar los efectos sin tener en consideración las causas. ¿Cuáles son estás?, las que nos han llevado a un enfrentamiento sin precedentes, no cabe por menos que afirmar que es la corrupción y degeneración creadas por la falta de educación de nuestra época, donde la libertad se ha convertido en libertinaje, todo es válido con tal de estar por encima de los demás; llegando a poner en cotas inimaginables la vanidad y el poder. Pero este hecho no ha surgido de lanada, sino que está estudiado y programado por quienes viven de la ignorancia e incapacidad de una buena parte de la población, tratando de que el conocimiento, cordura y cultura no sean la base de apoyo en la formación de las personas, llegando así a manipular las masas. La relación de persona a persona entre dos géneros distintos como son Hombre-Mujer, nos da, que la presión ejercida por el dominio del uno sobre el otro, e inmensamente dominada por la mujer; de ello nos da no pocas frases sencillas y explícitas tales como: “En mi casa mando yo cuando no está mi mujer”, “Si tu mujer dice que te tires del tejado abajo, ruega que esté bajo”; o aquella otra “En casa se hace lo que yo digo cuando no está mi mujer”. No existe por el contrario en el acerbo popular frase alguna que sirva de contraposición a éstas. Hay un hecho que determina con claridad la astucia que desarrolla la mujer Feminista en su talante de dominio; en los prolegómenos de la relación sexual procede, en primer lugar, llevando a cabo una inflexión, para terminar en una concesión de favor a la otra parte; es decir, no hay, como en la mujer Femenina, un compartir en términos de igualdad dicho acto. Cabe pensar si ello es causa de una frigidez innata, o tal vez subyacen restos de hormonas masculinas del período de la Pubertad; de otro modo entra en juego la posibilidad de que al generarse dos corrientes del mismo signo, se diera la ley existente en términos eléctricos “Dos polos de la misma corriente se repelen”. Los promotores y percusores del Feminismo son de manera determinante los responsables de la actual violencia hacia la mujer, han creado y alimentado un odio reclamando una igualdad de algo que es diferencial por naturaleza, enviando sin el más mínimo pudor a los sicológicamente débiles unos contra otros, empozoñando sus mentes con toda clase de frases que llevan una magnitud ignorante de la correlación, por ejemplo: “Sólo si conseguimos que nuestros jóvenes rechacen de plano ser Machistas, podremos conseguir la igualdad”; sin paliativos, se insta a los jóvenes para que dejen de ser Machos. No nos vale permaneces inmóviles de palabra o hechos antes una situación tan desmesurada y terriblemente trágica; tenemos una cita a fin de reconducir una regeneración entre ambos géneros, basada en una igualdad real pero diferente; hoy por hoy, no podemos emplear la trasnochada frase gala de “Dejar hacer... o dejar pasar...”. Urge cambiar el rumbo, no permitiendo que estas negadas Feministas nos sigan metiendo en este túnel oscuro donde no se ve la salida. Es el camino de la educación, que conlleva el respeto y la tolerancia, la única vía que nos traerá, de manera solidaria, el Amor entre los seres de ambos géneros, solo así podrá acabarse esta barbarie creada. Este sucio charco, que hoy se extiende entre dos aceras de una calle por donde transitamos todos, seguro que puede secarlo el calor que irradia de la mujer Femenina con sus atributos de Dama, y el blasón del hombre masculino con su semblanza de Caballero. No debe ser esto una utopía para todos nosotros sino el ideal permanente de nuestra forma de vivir. DANIEL CALERO.